Aunque el país mantenía la tradición desde hace siglos, ahora los cazadores no encuentran relevo.
La caza ha sido una práctica que lleva siglos asentada en España. Sin embargo, tal y como recoge un estudio compartido en People and Nature, su futuro enfrenta ahora algunos obstáculos, entre ellos la falta de relevo en las próximas generaciones, menos interesadas en este deporte.
Según el estudio, titulado ‘El colapso demográfico de la caza en la península ibérica‘, la mayoría de cazadores en la actualidad superan ya los 60 años, mientras que los veinteañeros son todavía una minoría, lo que plantea algunas dudas sobre cómo afrontará el sector esta escasez o cómo impactará en los montes.
Para realizar el análisis, los investigadores estudiaron seis regiones españolas (Madrid, Aragón, Navarra, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia) y Portugal. Tras comenzar a investigar, llegaron a la conclusión de que en total, a lo largo del último medio siglo, el número de cazadores se ha visto reducido en un 45%. En caso de mantenerse esta tendencia, la cifra continuará bajando a lo largo de los años.
«Para 2050, si se siguen las tendencias medias observadas durante las últimas cinco décadas, se espera que los cazadores de toda la zona de estudio disminuyan en un 70%», afirman los autores de la investigación. Estas cifras son más preocupantes si se retrocede hasta 2007, cuando España se situaba como el segundo mayor registro de Europa respecto al número de cazadores, con un total de 980.000, siendo solo superado por Francia.
En caso de continuar con la misma tendencia, para 2050 solo quedarían 176.815 cazadores, lo que supondría serios problemas en el sector. Ante esta situación, solo queda el relevo generacional, el cual también se encuentra en riesgo debido a la falta de interés entre los más jóvenes, además de por el envejecimiento de la población y el éxodo rural. Según los investigadores, de todas las regiones que se han estudiado, el reclutamiento ha caído en más de un 89% en tan solo 50 años.
«La población cinegética estudiada, con cerca de 600.000 cazadores, está fuertemente envejecida, siendo la cohorte más abundante la comprendida entre los 61 y 70 años, y su prevalencia es ocho veces mayor en las poblaciones más pequeñas que en las grandes ciudades», explican los autores del estudio.
«Las tasas de disminución reales en toda la península ibérica son probablemente mayores, ya que las regiones no incluidas en nuestro estudio, ubicadas sobre todo en el noroeste de España, son las más envejecidas y donde es probable que la caza haya disminuido más», añaden.
Ahora, tras comprobar la caída en el número de cazadores, tanto en la actualidad, como en un futuro próximo, los investigadores se plantean que impacto tendrá en la economía española y en los propios ecosistemas.