La caza deja 9 muertos y 27 heridos en 2025, repartidos en al menos 9 comunidades autónomas

La caza deja 9 muertos y 27 heridos en 2025, repartidos en al menos 9 comunidades autónomas

Castilla-La Mancha y Cataluña concentran más víctimas de la caza en 2025

Cada año, la caza deja en España un número de muertos y heridos que rara vez trasciende más allá de la sección de sucesos. Se presentan como accidentes aislados, fatalidades inevitables o hechos puntuales sin relación entre sí. Sin embargo, cuando se analizan los datos de forma agregada, el panorama es claro: la actividad cinegética constituye un problema estructural de seguridad pública, invisibilizado por la falta de controles adecuados y por la opacidad de la Administración.

Entre 2020 y 2024, al menos 55 personas murieron y 171 resultaron heridas en España como consecuencia directa o indirecta de la actividad cinegética, según recuentos hemerográficos elaborados por organizaciones sociales ante la inexistencia de estadísticas oficiales. A estas cifras hay que añadir 2025, que deja ya 9 personas muertas y 27 heridas*, según un recuento propio basado exclusivamente en noticias publicadas en medios de comunicación.

Estas cifras no proceden de ningún registro público del Estado, porque ese registro no existe. Ni el Ministerio del Interior ni las comunidades autónomas publican estadísticas completas, accesibles y desglosadas sobre accidentes, heridos y fallecidos provocados por la caza. En consecuencia, la ciudadanía desconoce el alcance real de una actividad que se practica con armas de fuego y que ocupa aproximadamente el 85 % del territorio nacional.

El impacto de la actividad cinegética en 2025 no se concentra en un único territorio, sino que se extiende por buena parte del país. Castilla-La Mancha encabeza el balance con 10 víctimas (7 heridos y 3 fallecidos), seguida de Cataluña, Navarra y la Comunidad Valenciana. En comunidades como Extremadura, las consecuencias han sido especialmente graves, con dos fallecidos y ningún herido, mientras que Asturias y Andalucía registran una persona muerta y otra herida cada una. El reparto territorial de los casos evidencia que no se trata de episodios aislados, sino de un problema estructural vinculado a una actividad que se practica de forma generalizada en el territorio.

VÍCTIMAS 2025 POR COMUNIDADES

VÍCTIMAS DESDE 2020

POR AÑOSHERIDOSFALLECIDOSTOTAL
202039342
2021401252
2022471562
2023231437
2024191130
202527935
TOTALES19564259

Un colectivo envejecido sin relevo generacional

Lejos de tratarse de un fenómeno anecdótico, el perfil demográfico del colectivo cazador ha sido analizado científicamente. Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), basado en series históricas de licencias durante más de cinco décadas, constata un declive continuado y un envejecimiento muy acusado del colectivo (1).

Según este trabajo:

  • El número de cazadores ha descendido un 45 % desde la década de 1970.
  • Más del 40 % de las personas con licencia tiene más de 60 años.
  • Menos del 5 % es menor de 30 años, lo que evidencia la práctica ausencia de relevo generacional.
  • El relevo juvenil ha caído cerca de un 90 % en los últimos 50 años.

Los autores advierten de que este envejecimiento compromete la sostenibilidad del modelo cinegético y señalan que las políticas públicas siguen tratándolo como un colectivo estable, homogéneo y funcional, cuando los datos muestran exactamente lo contrario.

Licencias de caza y armas: controles mínimos para una actividad de alto riesgo

A pesar de este envejecimiento generalizado, la otorgación y renovación de licencias de armas vinculadas a la caza en España se apoya en un sistema de controles psicofísicos mínimos, regulado por el Reglamento de Armas (Real Decreto 137/1993), una norma con más de 30 años de antigüedad (2). Esta acreditación se realiza mediante un certificado médico emitido por centros autorizados, independientes de la Guardia Civil. Sin embargo, en la práctica, estos certificados se limitan a pruebas genéricas y breves, similares a las exigidas para la conducción, sin evaluaciones cognitivas profundas, sin pruebas específicas para el uso de armas de fuego y sin protocolos reforzados adaptados al envejecimiento del colectivo cazador. El resultado es un sistema que cumple formalmente la ley, pero que no evalúa de manera efectiva la aptitud real y continuada para portar y usar armas letales.

Las licencias se renuevan de forma periódica, pero el contenido de las pruebas no se refuerza ni se adapta a la edad del solicitante, incluso cuando este supera los 70 años. El procedimiento se limita, en la práctica, a la repetición de un trámite administrativo.

En cualquier otra actividad con riesgos comparables —transporte profesional, seguridad privada, uso de maquinaria pesada— estos estándares serían considerados inaceptables. En dichos sectores existen evaluaciones más exigentes, controles aleatorios y mecanismos de retirada inmediata de la habilitación ante cualquier indicio de riesgo.

Alcohol y drogas: una prohibición sin control efectivo

El propio Reglamento de Armas prohíbe expresamente el uso de armas bajo los efectos del alcohol o las drogas (3). Sin embargo, no existen controles sistemáticos de alcoholemia o drogas durante batidas y monterías.

A diferencia de lo que ocurre en la conducción, no se aplican protocolos preventivos ni controles aleatorios a personas armadas que disparan en grupo, con perros y en entornos frecuentados por población no cazadora. En muchos territorios, los agentes forestales ni siquiera disponen de medios homologados para realizar estas pruebas.

La consecuencia es una prohibición meramente formal, sin aplicación práctica efectiva.

Víctimas invisibles y daños colaterales

No todas las víctimas de la caza son cazadores. Parte de las personas fallecidas o heridas son terceros ajenos a la actividad: senderistas, vecinos de zonas rurales, trabajadores del campo o conductores implicados en accidentes de tráfico provocados por batidas.

Estos casos se diluyen en estadísticas generales de sucesos o siniestros, sin que se reconozca su vinculación con la actividad cinegética. La falta de datos oficiales contribuye a una normalización social de las víctimas, presentadas como inevitables o anecdóticas.

Sin datos no hay responsabilidad

La ausencia de estadísticas oficiales no es un fallo técnico, sino una decisión política. Sin datos públicos no hay evaluación del riesgo, no hay políticas de prevención y no hay rendición de cuentas.

Mientras tanto, organizaciones sociales se ven obligadas a recopilar noticias dispersas para reconstruir una realidad fragmentada pero alarmante.

La pregunta es inevitable:
¿cuántas muertes y heridos serían aceptables si se produjeran en cualquier otra actividad recreativa?

Conclusión: una cuestión de seguridad pública

Exigir controles psicofísicos rigurosos, evaluaciones adaptadas a la edad, controles de alcohol y drogas, limitación efectiva de zonas y calendarios y estadísticas oficiales transparentes no es una postura ideológica. Es una exigencia básica de seguridad pública, salud colectiva y derecho a la información.

Mientras la caza siga produciendo muertos y heridos sin que el Estado los cuente oficialmente, el problema no será solo la actividad cinegética, sino el silencio institucional que la ampara.

Notas y bibliografía

(1)
Martínez-Jauregui, M. et al. (2021).
“A long-term decline in hunters threatens the sustainability of hunting-based management”.
People and Nature, British Ecological Society.
Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC).
Divulgación CSIC: Un estudio liderado por el CSIC constata el fuerte declive de los cazadores en la Península Ibérica.

(2)
Real Decreto 137/1993, de 29 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Armas.
Ministerio del Interior, Gobierno de España.

(3)
Reglamento de Armas, artículos relativos a la prohibición del uso de armas bajo los efectos de alcohol o drogas.

* Enlaces y recuento de víctimas 2025 basado en noticias publicadas en diversos medios de comunicación.

1 de febrero de 2026: volvemos a las calles para exigir el fin de la caza

1 de febrero de 2026: volvemos a las calles para exigir el fin de la caza

En el Día Internacional del Galgo, la Plataforma NAC convoca una nueva manifestación estatal e internacional por la prohibición de la caza con perros y la abolición de la caza como actividad

Un año más, la Plataforma NAC (No a la Caza) convoca a la ciudadanía a salir a las calles para denunciar una actividad que continúa provocando un sufrimiento sistemático y silenciado a millones de animales.
El próximo 1 de febrero de 2026, más de 70 ciudades de todo el Estado español y del ámbito internacional volverán a movilizarse en una manifestación que se ha consolidado como una de las mayores convocatorias en defensa de los animales.

Este año, la fecha adquiere una carga simbólica especialmente relevante, ya que coincide con el Día Internacional del Galgo. Por ello, los galgos y el resto de perros utilizados en la caza estarán en el centro de la reivindicación. Su situación representa como pocas la crueldad, el abandono y la impunidad que rodean a la caza con perros.

Una exclusión que deja a miles de perros en un limbo legal

La exclusión de los perros de caza de la Ley de Bienestar Animal supuso un golpe devastador para su protección jurídica. Lejos de corregirse, esta desprotección se agrava ahora con el nuevo Real Decreto de Núcleos Zoológicos de Animales de Compañía, que vuelve a dejarlos fuera, impidiendo que las instalaciones donde se alojan —como rehalas y perreras— estén sujetas a controles básicos de bienestar, sanidad y supervisión administrativa.

Esta doble exclusión sitúa a los perros de caza en un limbo legal sin precedentes, donde no se les reconoce una protección efectiva ni se garantiza su bienestar mínimo, a pesar de ser animales de compañía según la legislación vigente en materia de sanidad animal. La ausencia de control facilita situaciones de hacinamiento, falta de atención veterinaria, abandono y maltrato, perpetuando una realidad que las entidades de protección animal llevan décadas denunciando.

Por la prohibición de la caza con perros y la abolición de la caza

Salimos a la calle para exigir:

  • La prohibición inmediata de la caza con perros, una práctica basada en la explotación, el descarte y el sufrimiento.
  • La abolición de la caza en todas sus modalidades, por ser incompatible con una sociedad que se dice ética, empática y respetuosa con los animales.
  • Un marco legal que proteja a todos los animales sin excepciones, sin categorías que legitimen el maltrato.

La caza no es tradición ni cultura. Es una actividad violenta que normaliza el sufrimiento y la muerte como entretenimiento.

Una movilización que crece año tras año

La convocatoria del 1 de febrero de 2026 contará con manifestaciones en más de 70 ciudades a nivel nacional e internacional, demostrando que el rechazo social a la caza sigue creciendo.
A día de hoy, más de 500 entidades —protectoras, santuarios, asociaciones animalistas y colectivos sociales— ya se han adherido a esta convocatoria, reforzando una lucha que es colectiva y global.

Por los galgos. Por todos los perros. Por todos los animales.

Este 1 de febrero salimos por quienes no tienen voz, por los galgos explotados y descartados, por los perros de caza abandonados en un vacío legal, y por todos los animales víctimas de una actividad que nunca debió existir.

Ni un año más de impunidad.
Ni un perro más excluido.
No a la caza.

TODA LA INFORMACIÓN DE LA CONVOCATORIA AQUÍ

Investigan una batida de caza para ciervos hembras en un coto de Vejer donde abatieron ejemplares machos

Investigan una batida de caza para ciervos hembras en un coto de Vejer donde abatieron ejemplares machos

La intervención se produjo tras la realización de diferentes servicios en prevención del furtivismo 

Agentes de la Guardia Civil, en un operativo dedicado al control de la caza furtiva y de las irregularidades que se podrían estar produciendo en actividades cinegéticas sujetas a autorización previa, inspecciona una batida realizada en un coto de Vejer de la Frontera (Cádiz) en la que se abatieron 20 ejemplares de ciervo macho cuando la autorización era para cazar ejemplares hembra para el control y mejora de la especie.

En una nota, la Guardia Civil ha explicado que la intervención se produjo tras la realización de diferentes servicios en prevención del furtivismo y la comprobación de la correcta actuación en materia de caza en monterías, ganchos y batidas que realiza la Unidad de Protección de la Naturaleza perteneciente a la Comandancia de Cádiz, en la que se inspecciona una batida de gestión en un coto del término municipal de Vejer.

En este sentido, ha explicado que la actividad consistía en el control de cérvidos denominada «batida de gestión» donde sólo se podía dar caza a ejemplares hembras para el control de las poblaciones de esta especie.

Al personarse la patrulla en el lugar donde se debía realizar el control veterinario de los ejemplares abatidos, los agentes observaron gran cantidad de ejemplares de ciervos machos muertos, destacando entre éstos algunos trofeos, comprobando que se estaba incumpliendo las condiciones de la autorización emitida por la Junta de Andalucía.

Como resultado de la intervención, el Seprona intervino un total de 20 ciervos machos (Cervus elaphus) que fueron retirados por una empresa autorizada para la gestión de subproductos animales, destinados a su destrucción conforme a la normativa Sandach.

La Guardia Civil ha señalado que dar muerte a estos 20 ejemplares machos en un coto donde sólo está autorizada la caza de hembras puede causar desequilibrios en la estructura de la población, empobrecimiento genético de la especie, problemas de comportamiento por la falta de machos adultos o impactos ecológicos indirectos.

Por todo ello, la Unidad del Seprona levantó informando tanto al organizador de dicha actividad como a la persona responsable del coto en cuestión que los hechos acontecidos se pondrán en conocimiento del departamento de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía por infracciones cometidas a la normativa de Caza y de Sanidad Animal de Andalucía.

NOTICIA https://ondacadiz.es/noticias/2025-12/investigan-una-batida-de-caza-para-ciervos-hembras-en-un-coto-de-vejer-donde

Agentes del Greim rescatan a un cazador de 19 años herido en la montaña en Crémenes

Agentes del Greim rescatan a un cazador de 19 años herido en la montaña en Crémenes

El joven sufrió una caída en un paraje de difícil acceso al este de Ciguera y ha sido trasladado al Hospital de León tras ser rescatado anoche

Un joven de 19 años ha sido trasladado al Hospital de León tras ser rescatado anoche por agentes del Greim de Sabero después de resultar herido al sufrir una caída mientras cazaba en una zona montañosa y de difícil acceso en Ciguera, en el término municipal leonés de Crémenes. 

La sala de operaciones del 112 recibió una llamada alertando del suceso a las 21:43 horas del sábado. El centro coordinador de emergencias de Protección Civil se hizo cargo de la coordinación del rescate, que fue llevado a cabo por agentes del del Greim de la Guardia Civil de Sabero.

Un rescate complicado

Según han explicado este domingo, tras acceder al lugar en el que se hallaba el herido, tuvieron que realizar un porteo en camilla dado que el joven presentaba un golpe en la cabeza y contusiones diversas. Los agentes del Greim lograron trasladar al herido hasta la entrada de Ciguera, donde una ambulancia de Emergencias Sanitarias, junto con personal sanitario de Atención Primaria, le prestaron las primeras asistencias y más tarde, le trasladaron al Hospital Universitario de León (Caule).

NOTICIA https://www.heraldodeleon.es/articulo/comarcas/greim-rescata-cazador-19-anos-herido-montana-cremenes/20251221103557064253.html

Rescatan en helicóptero a un cazador herido en una zona de difícil acceso de un pueblo de Valencia

Rescatan en helicóptero a un cazador herido en una zona de difícil acceso de un pueblo de Valencia

Los bomberos del Consorcio Provincial de València han rescatado este sábado en helicóptero a un hombre de 52 años que había resultado herido mientras practicaba la caza en el Pico del Navajo, en las proximidades de Loriguilla.

El aviso se recibió a las 10:30 horas, lo que activó un operativo de emergencia para acceder a una zona de difícil acceso. Hasta el lugar se desplazó el grupo de rescate GERA con el helicóptero V-990 del Consorcio, que contaba con médico a bordo.

Una vez localizado el herido, los efectivos le prestaron las primeras atenciones sanitarias en el lugar y procedieron a su evacuación aérea. El hombre fue trasladado hasta el hospital La Fe de València, donde quedó a cargo de los servicios sanitarios

De forma inicial, también se movilizaron por vía terrestre un coordinador forestal del Consorcio y una unidad de bomberos forestales de la Generalitat Valenciana, aunque finalmente no fue necesaria su intervención, resolviéndose el rescate únicamente con medios aéreos.

La rápida actuación permitió completar el operativo con eficacia y garantizar una evacuación segura del herido desde la zona de montaña.

NOTICIA https://www.elperiodic.com/pvalencia/rescatan-helicoptero-cazador-herido-zona-dificil-acceso-pueblo-valencia_1052295?fbclid=IwdGRjcAO0aL1jbGNrA7RouWV4dG4DYWVtAjExAHNydGMGYXBwX2lkDDM1MDY4NTUzMTcyOAABHtrL8u52rKvSkO-yVVDp76detFCYWZPXpSMTVQW6aJG0dakqYMFIkYtjdabl_aem_EXKtjx8tysQPevBqeHIEUw