El entorno de la urbanización Tapada de Bouzas (en Pereiro de Aguiar) es coto de caza. Los vecinos lo saben, y por eso, en domingos como el pasado, evitan adentrarse en el monte. “Por eso le había dicho a mi hijo que pasease por la urbanización, porque era día de batida y por ahí no pueden cazar, es un espacio público”, dice Olga Ruadas, vecina de la urbanización. El joven, de 16 años, paseaba con su pequeña chihuahua por el parque infantil cuando escuchó ladridos. “Venían cuatro o cinco perros de caza caminando solos por el medio de la carretera y cuando los vieron, corrieron hacia ellos. Quiso coger en el colo a la perrita, pero le mordieron la mano y la soltó, ella se salvó de milagro, no sé ni cómo está viva”, relata.
Un vecino que paseaba por la zona auxilió al joven y logró reducir a los perros con piedras y patadas. “No se me olvida la cara que tenía mi hijo cuando llegó a casa, estaba en shock, decía que no sentía la mano y yo solo veía sangre y sangre”, asegura su madre. Ella lo llevó a Cosaga, donde los médicos le hicieron una radiografía para comprobar el alcance de los mordiscos, que le provocaron heridas en el dedo gordo y en el anular de la mano derecha. “Ahora hay que ponerle la vacuna del tétanos, porque claro, no sabemos si esos perros están o no vacunados”, apunta Ruadas.
Por su parte, la chihuahua pasó la noche en el hospital Abros, donde permanecía ayer por la mañana. “Llegó allí muy mala, con un neumotórax, cuatro costillas rotas, otro mordisco le afectó al intestino… En un principio me dijeron que no contase con ella, pero está mejorando”, señala.
Olga Ruadas denunció lo sucedido ante la Guardia Civil, que todavía no ha identificado a los dueños de los perros. Del grupo de cazadores que realizaba la batida en el monte colindante, solo aparecieron cuatro personas. “Allí lo que nos dijeron fue que ninguno de esos perros eran suyos, que no sabían. Pero luego cogieron a uno y lo metieron en la furgoneta. El resto del grupo no apareció, pero es cuestión de que la Guardia Civil investigue, porque de cada batida hay un registro de quién está ahí”, resalta Ruadas, que también habló con el presidente de la asociación de caza para darle los datos de los perros y pedirle ayuda para identificar a los dueños.
“Todos los perros llevaban un collar naranja con el GPS, había uno sabueso, otro pequeño, más agresivo, que le faltaba el rabo… Estaba claro que estaban hambrientos porque llegaron con mucha agresividad”, dice Ruadas.
Noticia de EL FARO DE VIGO https://www.farodevigo.es/ourense/2024/10/01/jauria-perros-caza-ataca-joven-chihuahua-pereiro-aguiar-108768067.html