Los agentes interceptaron el coche de los cazadores e incautaron rifles con visores nocturnos y silenciadores tras abatir un ciervo en la Reserva de Montes Universales
Un operativo del Seprona de la Guardia Civil de Teruel ha desarticulado un grupo de tres cazadores furtivos sorprendido la madrugada del pasado 10 de agosto disparando desde su vehículo en la Reserva de Caza Montes Universales, en la Sierra de Albarracín. Los agentes los interceptaron tras abatir un ciervo junto a la carretera A-1512, que conecta Torres de Albarracín y Tramacastilla.
Los hechos ocurrieron sobre la una de la madrugada después de que los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón y los guardas de la reserva detectaran la presencia sospechosa de un turismo circulando por los terrenos cinegéticos. Alertado el Seprona, una patrulla localizó el vehículo y lo detuvo, identificando a sus ocupantes, tratándose de tres varones españoles, de veinticinco a treinta y ocho años, vecinos de Albacete, Almería y Granada.
ARMAS Y ELEMENTOS PROHIBIDOS
Dentro del coche, los agentes hallaron un rifle Bergara calibre trescientos ocho Winchester listo para disparar, con un cartucho en la recámara y un visor nocturno acoplado (prohibido en Aragón) además de un silenciador que los furtivos habían arrojado por la ventanilla. Un segundo rifle Bergara calibre doscientos cuarenta y tres Winchester equipado con silenciador fue localizado junto a linternas, visores y cuchillos de caza. Todo el material quedó intervenido por infringir el Reglamento de Armas y Explosivos y la normativa cinegética autonómica.
El Seprona detuvo a los tres hombres como presuntos autores de un delito contra la fauna y trasladó las diligencias al Juzgado de Instrucción número tres de Teruel. La Guardia Civil subraya que en verano se intensifican los controles conjuntos con los APN para atajar la caza ilegal en la Sierra de Albarracín y proteger la fauna salvaje.
Mientras los pueblos rurales sufren incendios devastadores, sus fronteras naturales arden, y las urgentes necesidades en prevención se ignoran, el dinero público fluye sin restricciones hacia la caza.
Declaramos nuestra profunda desolación ante la tragedia que viven tantas comunidades rurales: la devastación de hogares, pérdida de vidas—humanas y animales—y la destrucción irreparable de nuestra riqueza natural.
Ante esta situación que exige respuestas inmediatas y recursos reales destinados a la prevención de incendios y no a prácticas destructivas, hemos llevado a cabo un estudio cuantificando el coste público destinado a subvencionar la actividad cinegética.
Un total de 50.420.984,27 € han sido entregados en subvenciones públicas al sector cinegético entre 2024 y 2025, distribuido entre las distintas administraciones territoriales.
Es prácticamente imposible alcanzar una cifra global exacta: la información está dispersa entre administraciones estatal, autonómica y local, dividida en múltiples modalidades de ayudas y subvenciones, lo que impide una visión global. Esta opacidad favorece que la caza siga engordando sus bolsillos con recursos públicos, mientras la prevención de incendios y otras necesidades reales de la ciudadanía se quedan relegadas.
De esta forma, podemos constatar que Castilla y León perdona 27 millones de euros en licencias de caza mientras no ejecuta ni la mitad del presupuesto de prevención de incendios o que Extremadura destina más de un millón de euros públicos a subvencionar la caza mientras recorta en prevención de incendios que arrasan sus montes.
Las cifras desglosadas de la vergüenza:
Según los datos publicados por la propia Junta de Extremadura, en 2024 y 2025 se destinan más de 1,2 millones de euros a subvenciones directas al sector de la caza, entre ellas:
65.000 € en 2024 como “subvención nominativa a la Federación Extremeña de Caza para la promoción de actividades deportivas piscícolas”.
4.475 € para actividades deportivas vinculadas a pesca y caza.
30.000 € en 2025 a la gestión de subproductos cinegéticos derivados de acciones de caza mayor (SANDACH).
300.000 € en ayudas específicas 2025–2026 para actuaciones de mantenimiento y mejora de cotos de caza.
4.900 € públicos para la realización de jornadas infantiles de promoción social de la caza en Cáceres.
223.055,89 € en subvenciones y ayudas diversas recibidas por la Federación Extremeña de Caza en 2024.
Mientras tanto, el gobierno autonómico de Castilla y león mantiene un paquete de ayudas millonarias a la actividad cinegética. Las más destacadas son:
Bonificación del 100 % de las licencias de caza y pesca tipo A y B entre 2023 y 2025, con un impacto estimado de 27 millones de euros en ingresos públicos dejados de percibir.
14,5 millones de euros perdonados durante el periodo 2023–2024 por esa misma vía.
A esto se le suman subvenciones complementarias a clubes, federaciones y cotos de comunidades limítrofes con fuerte relación cinegética con Castilla y León:
Navarra: 312.523 € en 2025 para asociaciones locales de cazadores en prevención de daños y mejora del hábitat.
La Rioja: 309.200 € en 2025 para entidades locales integradas en la Reserva Regional de Caza Cameros-Demanda.
Galicia: 275.000 € (convocatoria 2024/2025) para mejora de la gestión cinegética.
Comunidad Valenciana, Andalucía y otras regiones con especies compartidas, dedican entre 500.000 € y 900.000 € anuales para control cinegético, turismo de caza o captura de jabalíes.
“Cada euro que se deja de invertir en cortar el fuego, se está gastando en subvencionar que el monte pierda sus especies limpiadoras naturales”, denunciamos desde la Plataforma NAC. “Es perverso financiar con fondos públicos una actividad que, a su vez, aumenta la propia vulnerabilidad de nuestros bosques y territorios rurales.”
Diversos estudios científicos* han alertado de que la actividad cinegética —especialmente sobre especies como el jabalí, corzo, ciervo o conejo— altera profundamente la dinámica del monte, reduciendo poblaciones que cumplen una labor clave de desbroce natural. Esta eliminación de herbívoros favorece la acumulación de matorral seco, aumentando la carga de combustible vegetal y, con ello, el comportamiento potencialmente explosivo de los incendios.
Es especialmente grave que el fuego en Aliseda (Cáceres) —que ha arrasado más de 4 000 hectáreas— se haya originado con motivaciones cinegéticas y económicas. Según el consejero Abel Bautista, el incendio fue provocado de forma intencionada en dos puntos distintos de una misma finca, por “una cuestión cinegética”, calificando a su autor de “absolutamente desalmado” . Este vínculo directo entre la actividad cinegética y la destrucción del monte es inaceptable.
Desde NAC – No a la Caza exigimos:
Redirección urgente de los fondos públicos destinados a la caza hacia la prevención de incendios y la protección real y efectiva del medio natural.
Transparencia absoluta en la asignación y justificación de subvenciones relacionadas con la caza.
Reconocimiento del valor ecosistémico de la fauna salvaje como agente natural de limpieza y prevención de incendios.
Justicia para Aliseda: esclarecer responsabilidades, sancionar con contundencia y suspender de inmediato cualquier ayuda automáticas a entidades vinculadas a actividades cinegéticas en contextos como este.
Instamos a la opinión pública y a los medios a mantener el foco en la necesidad de priorizar la vida frente a intereses económicos, así como a exigir a las administraciones que asuman responsabilidades y aporten soluciones reales en lugar de subsidios que provocan más destrucción.
Mientras los montes ardan, no podemos quedarnos en silencio. Nos duele España. Nos duelen sus pueblos. Nos duelen los bosques, los animales, y las personas. No permitiremos que el fuego de la caza siga consumiendo lo que más amamos.
España no se apaga con subvenciones a la caza. España se defiende con vida, no con fuego.
Fuentes técnicas y bibliografía consultada
Muñoz, A. et al. (2010). Wild boar (Sus scrofa) rooting increases woody species diversity in Mediterranean shrublands. Acta Oecologica.
Méndez, J. et al. (2012). Herbivoría y estructura del combustible en ambientes mediterráneos. Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Nogueira, C. et al. (2018). Effects of ungulate management on shrub biomass and fire risk in Mediterranean woodlands. Forest Ecology and Management.
MITECO (2017-2023). Plan Nacional de Actuaciones Preventivas contra Incendios Forestales. Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Gobierno de España).
Listado de algunas de las subvenciones publicadas en distintos portales de transparencia y de la administración: EXTREMADURA 2024 Concesión de subvención nominativa a la Federación Extremeña de Pesca para la promoción de actividades deportivas cinegéticas. 4.475,00 € https://www.juntaex.es/w/5593
2024 Concesión de subvención nominativa a la Federación Extremeña de Caza para la promoción de actividades deportivas cinegéticas 65.000,00 € https://www.juntaex.es/w/5593
2025 Ayudas a la gestión de subproductos animales no destinados al consumo humano (SANDACH), vinculadas a las acciones cinegéticas de caza mayor colectiva llevadas a cabo en cotos cuyo titular sea una Sociedad Local de Cazadores en la Comunidad Autónoma de Extremadura, para el año 2025. 30.000,00 € https://doe.juntaex.es/otrosFormatos/html.php?xml=2024063944&anio=2024&doe=2340o
ALBACETE 2024 Subvención nominal a la Federación de Caza de Castilla-la Mancha para sufragar los gastosocasionados por el Campeonato provincial de Caza Menor con perro 7.000,00 €
2023-2024 bonificación al 100 % de las licencias de caza tipo A, B 14.497.255,00 € Boletín número 386
COMUNIDAD VALENCIANA
2024 Ayuda directa a la Federación de Caza de la C.V. para financiar el Pyto. «Formación del cazador y difusión de los valores de la caza como motor económico en zonas de riesgo de despoblación» 10.000,00 € notificacion-10.pdf
CASTELLON 2025 Subvenciones a los cotos deportivos de caza registrados en la provincia de Castellón para la realización de inverdiones en beneficio de la fauna y ecosistemas realizados durante el ejercicio económico 2025 120.000,00 € https://www.dipcas.es/es/subvenciones.html?f=13459
CANARIAS 2024 A favor de la Federación Deportiva de Caza Canaria para financiar los gastos de gestión, pytos., tecnificación y desplazamientos a competiciones deportivas oficiales 22.576,00 € https://x.com/CazaSubvencion/status/1777801097370890274?s=19
El incendio que se aproximó a los Barruecos y obligó a evacuar la urbanización Cuartos de Baños y 40 casas aisladas junto a la N-523 ha arrasado ya 4.000 hectáreas.
El fuego de Aliseda ha sido provocado «por motivos cinegéticos». Son palabras del consejero de Presidencia de la Junta. Abel Bautista ha señalado claramente esta mañana la causa de este incendio intencionado que ya ha arrasado 4.000 hectáreas en la provincia de Cáceres, muchas de ellas en plena Sierra de San Pedro. «Sabemos la parcela exacta y sabemos las horas exactas de los dos puntos en los que se provocó el incendio». Un «cerillazo» que en solo tres horas se llevó por delante 2.000 hectáreas.
El consejero ha agradecido la coordinación y comunicación con la Guardia Civil y la Delegación del Gobierno en Extremadura, una investigación con uin trabajo conjunto que ha ayudado a conocer el origen de este fuego. «Hay que ser absolutamente desalmado para provocar dos incendios distintos en una parcela por una cuestión de intereses económicos», ha remarcado el consejero.
Hay que recordar que este fuego obligó a evacuar el viernes la urbanización Cuartos de Baños, y la pasada noche a un centenar de personas de cuarenta viviendas aisladas situadas en la zona del Ecoparque de Cáceres, en la carretera de Badajoz, la N-423. Pasado el peligro, han podido regresar este lunes a a sus propiedades, la mayoría segundas residencias.
El 112 Extremadura ha detallado que sobre las 16.15 horas ya no había confinamiento en las casas situadas junto a la N-523, en el punto kilométrico 13 en Cáceres.
Cerca de Malpartida
Una de las reactivaciones que sufrió este incendio este pasado domingo, y contra las que tuvieron que luchar militares de la UME y otros medios, hizo temer por la proximidad de las llamas al monumento natural de Los Barruecos y el propio casco urbano de Malpartida de Cáceres. El viento del norte provocó un cambio de dirección que dirigió las llamas hacia la carretera de Badajoz, explicó el alcalde de la localidad, Alfredo Aguilera.
Abel Bautista ha señalado este lunes por la mañana que el fuego está estabilizado y prácticamente controlado.
El Seprona también ha abierto una investigación al sospechar que el fuego que el viernes obligó al Infoex a declarar el nivel 1 en Cuacos de Yuste también fue provocado.
Piden suspender la caza en terrenos afectados por el fuego
Ecologistas en Acción ha instado a la Junta de Extremadura a suspender la caza, por al menos por un año, en los territorios afectados por el fuego, así como adoptar medidas «excepcionales» para la supervivencia de la fauna en esas zonas. Habla también la organización de la necesidad de suspender la caza en media veda mientras haya alertas meteorológicas por calor e incendios.
Supongo que la mayoría habréis visto las terribles imágenes de la semana pasada de 32 galgos muertos en una rehala de Badajoz. Muertos de inanición, de sed y encadenados. Los que lograron arrancarse las cadenas de la desesperación intentaron comerse a sus compañeros muertos para sobrevivir. La foto es dantesca, todos esos pobres perros asesinados por el maltrato y dejadez aberrante de un cazador. Hoy me van a oír, porque a estos 32 galgos nadie les escuchó. Esta es la foto que retrata no sólo la más absoluta maldad del asesino cazador que provocó esta barbarie, sino también es la foto de las nefastas decisiones políticas. Es la foto que nos ha regalado la mal llamada Ley Nacional de Protección Animal.
Os preguntaréis por qué digo esto. Es muy fácil de explicar y muy difícil de digerir.
En 2023 se elaboró en España la primera Ley Nacional de Protección Animal, fue impulsada por Podemos, y se incluyó una enmienda por parte del PSOE, PP, Vox y PNV que excluía a los llamados perros de caza de protección alguna bajo esta ley. Pues en estos 32 galgos muertos de sed y hambre mientras permanecían encadenados, en su calvario, tienen el retrato de sus votos. Aquí tienen ante sus ojos a los que excluyeron de protección, a los que dejaron sin el amparo de su ley. Ante sus narices tienen las consecuencias de su imprudencia. ¿En qué cabeza cabe que se puede dejar desamparados a los que más protección necesitan? Pues en la cabeza de todos los que crearon y apoyaron esta maldita ley. Hay que dejar fuera de la ecuación, de la responsabilidad moral, a Compromís, Más País y Esquerra Republicana, que fueron los partidos políticos que votaron en contra, porque supieron entender que esta ley era una indecencia; era una indecencia aprobarla por el agujero negro que incluía: dejar fuera a los perros más maltratados de nuestro país.
Muchos les advertimos de forma pública y privada de la absoluta barbaridad que estaban cometiendo. Por supuesto, no escucharon, ese Gobierno no escuchó a la razón, no escuchó a las asociaciones de protección animal y, por lo visto, no escucharon ni a su conciencia. Unos porque, con Ione Belarra a la cabeza, estaban encabezonados en colgarse la medalla de crear la primera Ley Nacional de Protección Animal a costa de todo, a costa de los propios perros a los que han dejado más desprotegidos y desamparados de lo que estaban. Vamos, que no les importó en absoluto si con tanta tijera y tanta enmienda como recibió esta ley de protección no protegía nada; se la peló –hablando claro– para colgarse su vergonzante medallita. Se les advirtió de las consecuencias de sus irreflexivos actos y han sucedido. Y los otros, el PSOE, los aires que llegaban desde Castilla-La Mancha les llevaron a querer sacar del amparo de esta ley a los perros de caza. Conclusión: hoy les invito a mirar los cadáveres de estos mártires, de estos pobres 32 galgos; a ver si así entienden que sus malas decisiones tienen consecuencias.
Por desgracia, el caso de estos 32 perros hallados muertos en esta terrible situación no es un caso aislado. Es un caso que se ha hecho mediático, pero esto es lo que se encuentran día a día los más de mil albergues de animales abandonados que hay en nuestro país. Asociaciones abarrotadas de galgos despellejados, de podencos malheridos y aterrados, de bretones desnutridos… Esta es la realidad cruda y dura, LA REALIDAD. Los albergues están hartos de encontrar rehalas repletas de cadáveres de galgos y podencos. De recoger miles de galgos ahorcados en olivos, y podencos ahogados en balsas de alpechín.
En España hay más de 300.000 perros abandonados anualmente, mucho más de la mitad son perros utilizados para la caza. Es decir, aproximadamente unos 200.000 de los perros maltratados y abandonados que recogen las asociaciones de protección animal no están bajo el amparo de la Ley Nacional de Protección Animal, porque provienen por su raza de la actividad de la caza. Es indignante.
Antes de llegar esta ley nacional ya existían en las comunidades autónomas leyes de protección animal; cada cual tenía las suya, unas mejores que otras, pero absolutamente ninguna tan paupérrima para los perros de caza como la norma nacional, que directamente los excluye. Esta nefasta ley nos ha hecho retroceder décadas. Para colmo, ha dado la sensación de impunidad a los maltratadores de animales, que en nuestro país son mayoritariamente los cazadores.
Pero que no se les olvide que en el Código Penal aún están amparados estos perros. El día que esta ley se votó en el Senado, estábamos entre el público de invitados un grupo de animalistas y, unas filas más arriba, asistía el presidente de la federación de cazadores junto a un grupo de acólitos. Cuando salió aprobada, estos cazadores lo celebraron con vítores y abrazos; mientras, los animalistas estábamos desolados. Creo que la situación habla por sí sola y retrata lo que es esta ley.
La han liado tan parda que han atado de pies y manos a los defensores de los animales y han dado rienda más suelta a sus maltratadores. Es delirante, si no hubiese vidas de por medio. ¿Pero en qué estaban pensando Belarra y compañía al presentar esta maldita ley?
Este es un artículo sin paños calientes, esto es una carta pública a todos los que pueden hacer algo y no están haciendo nada. Esta es una carta que invita a la reflexión a todos los que condenaron al desamparo a los perros utilizados para la caza, porque aún están a tiempo de subsanar esa ley que sacaron a costa de todo, a costa de la vida de 200.000 perros al año. Al PSOE les podría aconsejar que rectificar es de sabios, que aún tienen en sus manos la posibilidad de subsanar algo que tan mal hicieron y tanto daño está causando. Que pueden y deberían hacerlo. Comenten por Castilla-La Mancha que no se trata de prohibir la caza, que no se asusten, que lo que se busca es que los perros que utilizan para la caza vivan en unas condiciones dignas. A Podemos, el brazo armado de esta ley, les rogaría que practiquen la humildad, aunque justo ese no sea su punto fuerte. Pero por decencia, por haber provocado este desastre (encima, en nombre de los animales que supuestamente defendían), intenten desliar el entuerto creado con la exclusión de los perros de caza.
Al PP y PNV, que apoyaron con sus votos esta ley, les invitaría a pensar que muchos de sus votantes se han indignado con la imagen de estos 32 galgos muertos de la forma más vil. Les invitaría a pensar que los animales no son de derechas ni de izquierdas, y que probablemente muchos de sus votantes tengan un podenco o un galgo adoptado en su familia. Y también podrían echarle una pensada a la obviedad de que todos los perros, sean de la raza que sean, son perros, son iguales, y por tanto deberían serlo también ante la ley. A VOX, cordón sanitario.
A Compromís, Esquerra Republicana y a lo que fue Más País, un aplauso por su sensatez al votar en contra de esta ley que bebe del salvaje Descartes.
Y ahora llegamos a SUMAR, un partido que no existía aun cuando se aprobó esta ley. Un partido que, como es lógico, no la votó, pero un partido que hoy en día forma parte del Gobierno. Aquí la cosa se pone aún más interesante, ya que justo bajo el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y uno de sus ministros, Pablo Bustinduy, está la Dirección General de Derechos de los Animales. Es decir, está la responsabilidad de velar por el bienestar de los animales, está en su mano subsanar la Ley Nacional de Derechos de los Animales, está en su mano hacer algo decente.
Pero hasta el día de hoy no han hecho nada de nada. Su director general de Derechos de los Animales, José Ramón Becerra, lleva un perfil tan bajo que parece que ni se le ve ni se le espera. Pero me niego a pensar que van a estar dos años más de brazos cruzados. Teniendo en cuenta que somos el país de la Unión Europea con mayor número de animales abandonados y que el maltrato a nuestros perros es vergonzante, digo yo que algo tendrán que hacer. ¿Es que no han visto las manifestaciones el primer domingo de febrero, coincidiendo con el fin de la temporada de caza, por ciudades de media Europa repletas de podencos y galgos españoles adoptados allí? Manifestándose a miles de kilómetros de distancia, rogando que cese el martirio al que se les somete en las rehalas de nuestro país. Denunciando el maltrato y abandono que sufren en España. ¿No las han visto? Se cae la cara de vergüenza y el alma a los pies de ver la merecida fama que tenemos por toda Europa de maltratadores de animales.
Parafraseando la canción de mi querido amigo Julián Hernández, ¿quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos? ¿Quiénes somos? Somos muchos, somos un 40% de la población española los que convivimos con un perro en nuestra familia. Somos millones los que reclamamos un trato digno a TODOS los perros de nuestro país. Somos millones a los que se nos revuelve el alma ante la foto del sufrimiento y agonía hasta la muerte de estos 32 galgos. Somos millones los que reclamamos que se les proteja. ¿De dónde venimos? De un país en el que los maltratadores de animales se creen con impunidad para hacerlo. Venimos de un país que ahorca miles de galgos cada febrero, en ese mes negro en que termina la temporada de caza. Venimos de un país con una Ley Nacional de Protección Animal que da vergüenza ajena si no fuese nuestra, así que da vergüenza propia. Porque es una ley que no protege a los más desfavorecidos, que deja vendidos a los que deberían tener a la ley más de su lado, porque son los más maltratados; venimos de una ley que se olvidó de los perros de caza.
¿Adónde vamos? A este baile le invito, ministro Pablo Bustinduy. Le invito a hacer lo correcto, a rebelarse ante la infame foto de 32 galgos muertos que Ione Belarra le ha dejado encima del escritorio del despacho como herencia. ¿Adónde vamos, Bustinduy? Espero, como ministro progresista que se le presupone, que hará lo correcto. Reúnase con las asociaciones de protección animal, acompáñelos a un albergue de animales abandonados (no para hacerse la foto como su predecesora) sino para entender la triste e inadmisible realidad de los perros de caza. Le invito a ir a mirar a los ojos aterrados de un galgo que ha vivido una vida entera encadenado, malnutrido y en condiciones deplorables. Vaya a acariciar las cicatrices de un podenco maltratado hasta la saciedad por un cazador. Hay cientos de miles en los albergues de toda España. Ahí, y no en un despacho, entenderá claramente por qué hay que subsanar esta ley, por qué hay que incluir en ella a los perros utilizados para la caza.
Invite a José Ramón Becerra a ir también, a ver si se anima a hacer algo, porque será por trabajo el que hay en esa Dirección General de Derechos de los Animales… Que vuelvo a recordar que somos el país de la Unión Europea con mayor número de animales abandonados y maltratados. Que los albergues de animales abandonados están saturados. Que no cabe un perro de caza maltratado más en los cheniles. Que hay que llevar en adopción al 50% de los perros abandonados a países de Centroeuropa, porque aquí el número de abandonos no concuerda con el de adopciones. Que la situación es insostenible. En Países Bajos, este año han logrado una tasa de abandono cero por las políticas de educación y concienciación que han hecho a lo largo de los años. Aquí, las políticas de concienciación y educación en el respeto a los animales y en la tenencia responsable las están haciendo como pueden las asociaciones animalistas; que no se están haciendo desde la Administración pública a la que le compete, la suya, que esto ya clama al cielo. Que se pueden cambiar las cosas y debe hacerse, que aquí por desgracia hay trabajo para aburrir.
¿Quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos? Bustinduy, márquese, de una vez ya, este baile del lado correcto. Pregúntele cómo se lleva el ritmo a su compañero de filas, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. Él lo ha hecho con algo tan complicado en este país como es la tauromaquia, retirando el Premio Nacional de Tauromaquia. Eso es marcar modernidad, eso es bailar del lado correcto. Tiene el guante lanzado, las puertas del mundo animalista abiertas para ayudarle y nuestra gratitud de antemano; tiene la posibilidad de hacer que esta foto de 32 galgos muertos en las condiciones más penosas que uno pueda imaginar no vuelva a repetirse.
Esta es una carta por el presente, para hacer futuro. Esta es una carta escrita por esos 32 galgos asesinados que son los representantes de los 200.000 perros de caza maltratados y abandonados en este país anualmente. Por los miles de galgos y podencos ahorcados cada febrero. Esta es una carta por esa foto de la vergüenza nacional. Esta es una carta para honrar su memoria, para lamentar su penosa vida, para intentar que no se repita más. Para que no vuelva a morir por inanición un bello galgo más encadenado en esas rehalas de mierda que inundan nuestro país. Estas son unas letras escritas por cada perro utilizado para la caza que aún está tan desprotegido, que malvive en esta España aún tan oscura.
Con la llegada del mes de agosto, una sombra de preocupación se cierne sobre la fauna silvestre. Es el inicio de la «media veda», un periodo de apenas unas semanas que, para muchos, representa una tradición arraigada, una oportunidad de ocio al aire libre. Sin embargo, para millones de seres vivos, la media veda es sinónimo de terror, sufrimiento y muerte, un testimonio más de la insensibilidad humana hacia la vida no humana.
La media veda en España varía significativamente según la comunidad autónoma y, en algunos casos, incluso por provincia o comarca. No hay una fecha única para todo el país.
Sin embargo, a modo de resumen general, la media veda suele empezar a mediados de agosto y se extiende hasta mediados o finales de septiembre. Las especies más comunes a cazar en este periodo son la codorniz, las palomas (torcaz y bravía) y algunos córvidos (urraca, corneja). La tórtola común suele estar excluida de la caza debido a su preocupante declive poblacional.
La justificación de la media veda suele ampararse en argumentos como el control poblacional o la gestión de especies, pero la realidad dista mucho de ser una práctica ética o necesaria.
¿Es realmente «gestión» disparar a aves que apenas han tenido tiempo de desarrollarse plenamente, muchas de ellas jóvenes e inexpertas?
¿Es «control» permitir que miles de animales sean abatidos por el simple placer de la puntería, a menudo dejando tras de sí una estela de heridos que languidecen en agonía?
Palomas, tórtolas, codornices… especies migratorias que han recorrido miles de kilómetros, enfrentándose a innumerables peligros naturales, solo para encontrar un final violento en los campos y montes de nuestra geografía.
La media veda se presenta como una actividad «deportiva», pero ¿qué deporte implica quitar la vida a seres indefensos que no participan voluntariamente en el juego?. La asimetría de poder es abrumadora: armas de fuego contra instinto de supervivencia.
La media veda es un anacronismo, una práctica arcaica que choca frontalmente con los valores de respeto y compasión hacia los animales que, afortunadamente, cada vez más personas abrazan. No se trata solo de la muerte de individuos, sino del impacto en las poblaciones, en los ecosistemas, y en la imagen que como sociedad proyectamos sobre nuestra relación con la naturaleza.
La media veda no es un derecho inalienable, sino un privilegio que la sociedad debería reevaluar.
El verdadero ocio es aquel que no deja huella de dolor y muerte, sino de respeto y admiración por la vida en todas sus formas.
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