El borrador de la Comisión Europea que incluye esa medida llega dos años después del aval de los expertos y busca reducir, al menos, un 70% el metal pesado contaminante abandonado en los ecosistemas

Una temporada cualquiera en un coto cualquiera de caza comercial de perdiz roja, la estrella de la caza menor de lujo en España. Matar unas 15.000 aves deja tirados en el suelo del campo más de 70.000 perdigones tóxicos, unos nueve kilos de plomo por hectárea. Multiplique por el tamaño de la finca y los años de actividad de las escopetas: el resultado es la cantidad de metal pesado vertido al medio ambiente. La Comisión Europea ha decidido por fin mover ficha ante el problema del plumbismo, el envenenamiento por plomo de la fauna y la flora.

La Comisión acaba de presentar su propuesta para prohibir la munición de plomo en cualquier actividad al aire libre además de los pesos de pesca: unas 44.000 toneladas al año, según el cálculo –conservador– de Bruselas. Eso incluye la caza (un 32% del total, unas 14.000 toneladas) y el tiro deportivo. No ha sido una decisión rápida: el paso llega dos años después de que la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) recomendara vetar este material para ahorrarle al medio ambiente unas 630.000 toneladas de plomo en 20 años (un 70% menos). “Reducirá significativamente el riesgo de envenenamiento silvestre” y “protegerá” a los que ingieran carne de caza, concluyó la ECHA.

La caza con plomo circunscrita a los humedales de la Unión Europea ya fue proscrita en febrero de 2023 porque las aves de estos ecosistemas se habían revelado especialmente vulnerables a los perdigones perdidos al ingerirlos, pero eso supone una parte ínfima del problema. De las aproximadamente 6.000 toneladas de plomo que se liberan al medio ambiente en España cada año, solo 50 corresponden a zonas de humedales donde se matan las aves acuáticas.

“Es una buena noticia porque la cantidad de plomo que se vierte es tremenda”, afirma el investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAE-CSIC), Rafael Mateo. “Coloca a Europa a la cabeza mundial, añade”. Mateo, especializado en plumbismo, explica que “existen lugares donde los perdigones están muy concentrados, áreas hipercontaminadas allí donde se practica la caza intensiva”.

Los cálculos generales expuestos por la Comisión Europea ponen en evidencia que el envenenamiento por comerse el plomo abandonado en los ecosistemas amenaza a 135 millones de aves, mientras 14 millones de animales se arriesgan a consumir presas contaminadas y otros siete a tragar plomos de pesca.

NOTICIA https://www.eldiario.es/sociedad/europa-quiere-cazadores-dejen-envenenar-naturaleza-14-000-toneladas-plomo-ano_1_12103391.html