Dos perros murieron debido a los pocos cuidados que recibían. Los hechos ocurrieron entre septiembre de 2021 y enero de 2022
El Juzgado de lo Penal de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado a un hombre a 18 meses y cuatro años de inhabilitación especial para cualquier profesión que tenga relación de animales y para la tenencia de los mismos como autor de un delito continuado de maltrato animal por omisión, con muerte de dos de los canes.
Además, también se le ordena el decomiso definitivo de los perros a la organización ADA Gran Canaria. Como acusación particular, ejercida por la protectora Prota, actuó la letrada Maite Bautista.
Según señala la Fiscalía, entre septiembre de 2021 y enero de 2022, el condenado -que responde a las siglas P.J.R. y que es cazador- tuvo en su poder en una finca situada en la zona denominada como Rosiana Baja, Santa Lucía de Tirajana, a nueve perros de diferentes razas, la mayoría de ellos podencos canarios, de entre seis y siete meses de edad. La acusación particular afirma que fueron 12 los tenía y que mantenía en cinco perreras. Además apunta que uno de ellos se encontraba ya muerto. Asimismo señala esta parte que fueron los vecinos los que alertaron y denunciaron los hechos debido al «mal olor» y al «continuo» ladrido y aullido de los animales durante las 24 horas del día.
El Ministerio Público añade en su escrito de calificación que a sabiendas de que afectaría gravemente a su salud o morirían «prescindía de proporcionarle comida y bebida así como asistencia veterinaria de todo tipo».
Algunos de los perros se llaman Nicolás, Sira, Flupy, Chira, Copito, Libia, Paloma, Morena y Victoria. Todos contaban con diferentes enfermedades. Algunos tenían dermatitis y alopecia, otros contaban con garrapatas y ausencia de todos los dedos del pie. Libia murió el 28 de enero de 2022 -pese a haber recibido tratamiento veterinario tras su incautación-, a consecuencia de las patologías y enfermedades que padecía debido al poco cuidado que recibía.
La Fiscalía detalla que todos los canes estaban en baja condición corporal, con peso inferior al ideal, y presentaban disbiosis gastrointestinal, parasitación externa por garrapatas y heridas, cicatrices y hematomas compatibles con mordeduras. «Todos los perros estaban en condiciones higiénico-sanitarias deplorables, sin lugar adecuado para su descanso, atados en espacios llenos de heces y orina», sostiene el Ministerio Público.
Esta parte sostiene que los animales estuvieron sometidos a» sufrimiento y dolor injustificados» al no recibir tratamiento veterinario para sus dolencias y debido a la falta grave de atención básica del acusado para garantizar la salud y bienestar de los mismos.
Los referidos animales fueron intervenidos el día 5 de enero de 2022 y trasladados a dependencias del Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana. Sin embargo, tres perros fueron intervenidos y entregados al hermano del condenado ya que según la acusación particular «no estaban tan deteriorados» como los otros