La caza de la tórtola europea se prohibió en España y en la mayor parte de la Unión Europea en 2021. La razón para ello fue que diversos estudios científicos, entre ellos el del Comité Científico del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en 2016, evidenciaron que la población estaba en un claro declive, tanto las que realizaban su migración por el centro oriente como por el corredor occidental, es decir, a través de la península ibérica.
Según datos del Sistema de Monitorización de Aves comunes (PECMBS), la población de tórtolas sería de 8.850.000 ejemplares. Basándose en estos datos, España ha tenido una cierta recuperación entre 2022 y 2024, con un índice de supervivencia superior a uno. Ahora, la Comisión Europea valora autorizar en esta población la caza del 1’5 %, es decir, 132.000 ejemplares, de los que el 81 % (106.920) corresponderían a España.
Antes de 2021 se mataban entre 700.000 y 800.000 de estas aves al año en España, según estadísticas oficiales del Ministerio de Agricultura. «Esto llevó a la Comisión Europea a abrir un expediente sancionador a España, con lo que el Ministerio se vio obligado a reducir las capturas a 400.000», explican desde el Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura (FONDENEX), quienes añaden que «también era una exageración».
«Ahora las sociedades de caza de toda la Unión Europea presionan para que se autorice de nuevo la caza de la tórtola europea, pero hay que hacer una serie de precisiones para que esto pudiera ser compatible con la conservación de la especie», señalan. Según datos del IREC (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos), del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), «sería recomendable ampliar la ‘amnistía’ de las tórtolas».
Para llegar a esta conclusión, se apoyan en que «de 2022 a 2024, años con unas especiales condiciones de sequía y calor, el único parámetro explicable de la estabilización de la población y su leve recuperación sería el aumento de la supervivencia de los adultos, precisamente por la no existencia de caza», aunque apuntan que «en Extremadura la caza no cesó totalmente, pues un supuesto estudio permitió abatir tórtolas en determinadas fincas».
Pero lo que pone en duda autorizar de nuevo la caza de la especie es que no se han implementado los sistemas de control de capturas, “por lo que verificar las aves que se matan es ciencia ficción”, recalcan. «El número que va a fijar la Comisión Europea, el Gobierno de España o las juntas de Andalucía o Extremadura, es una quimera, una falacia, pues nos tememos que nadie va a controlar nada y los cazadores cobrarán todos los ejemplares que deseen».
«Impunidad total para casi todos, porque FONDENEX quiere creer, y lo cree, que sí hay cazadores responsables. Los que no cazan tórtolas», manifiestan.
También se habla de que la caza solo se autorizaría durante cuatro días hábiles, siendo preceptiva una delimitación espacial en atención a las condiciones de hábitats favorables para la tórtola y el esfuerzo realizado en las mejoras de los cotos, en especial en cuanto al mantenimiento de franjas de barbecho, restauración de bosques de riberas y las instalaciones de puntos de agua.
La duda que surge a FONDENEX sobre esto es si «se van a dar autorizaciones específicas a los cotos donde se vayan a cazar tórtolas, es decir, se tendrá que solicitar de forma explícita para obtener autorizaciones también concretas, señalando los días de caza, para así poder fijar las comprobaciones pertinentes, o será una actividad general en los cotos durante el periodo fijado como días hábiles». Cabe recordar que «las monterías notifican fecha de la celebración para que veterinarios, agentes del medio natural y Guardia Civil puedan comprobar todas las autorizaciones».
«¿Cómo se va a organizar y realizar el levantamiento de actas de las tórtolas abatidas y quién lo va a realizar?», plantean. «¿Se va a autorizar a cualquier coto la actividad de cazar tórtolas o se va a dar prioridad a aquellos que han realizado actuaciones para favorecer la conservación de la especie?»
«La tórtola europea solo se puede cazar si se demuestra por organismos independientes que su población puede resistir la presión cinegética, y eso, de momento, nadie lo ha demostrado», concluyen.